Los libros o textos que nos acompañan con ánimo de actualizarnos, hacen que alternemos lectura entre una buena novela o el último título técnico del autor de referencia para ilustrar nuestra vida profesional.
Bajo una actitud de mejora, nuestra intención es formar nuestro bagaje , esa experiencia que dependiendo de lo que cada uno haya vivido es más o menos solvente.
La lectura nos inspira y nos ayuda a saber más de los temas que nos ocupan y que pueden mejorar nuestros objetivos. Sin embargo, pocas veces revisamos ese bagaje, tampoco reflexionamos sobre nuestra experiencia, aún con el riesgo de que poco a poco se convierta en un trastero.
Septiembre ‘’de vuelta’’ y la metáfora que inspira esta reflexión, y que posteo, es para dedicar un tiempo a pensar si conviene eliminar algún ‘’trasto’’ que ya no es útil. Puede que ya tengamos demasiados procedimientos, que nuestro equipo no tenga el mismo color, que debamos revisar como interactuamos con los otros.
Restar, también es sumar, cuando se aprende de lo inútil. Reconocer lo que en su día nos ayudó, es darle su lugar y quitar del presente lo que ya no aporta.
Mirar atrás con atención, y permitir la entrada a lo nuevo.
