Tras una semana revuelta de acontecimientos poco apropiados en este
tiempo, y antes de que se deteriore nuestra inteligencia por completo,
encuentro útil hablar de aceptación. A todo lo demás no le ha llegado su hora.
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Jonathan Sincoe_ unsplash |
Para
ampliar y replantear las creencias primarias, buscar diálogo interno equilibra nuestro
propio desarrollo para que en función de lo vivido y aprendido nos cambie la
mirada. Si me gobierna otro, pierdo mi oportunidad de crecer.
Es
posible que algunos de los pensamientos que nos acompañan, no nos identifiquen
y sean incoherentes con nuestro estilo de vida. La mente reflexiva mejora su
pensamiento pensando acerca de él.
“Cambia
la forma de ver tus cosas y las cosas cambiarán”
Salvo
raras excepciones el día a día en automático impide observar con claridad la
gestión personal ¿Hay algo más importante que dedicar tiempo a planificar,
organizar, distribuir recursos o hacer control y seguimiento de nuestra propia
vida?
Una
radiografía precisa de nuestro interés, nos permitirá mejorar o detectar
lagunas en las que invertir. Para
determinar el rumbo en el que se producen cambios extraordinariamente útiles,
debemos aceptar y rescatar las ideas que podemos usar productivamente. Así
resuelven los que crean cada día persiguiendo el éxito.
De
lo anterior saben mucho los tan nombrados “influencers” sabios conocedores de
sus fortalezas bien gestionadas y seguidas por un batallón de aspirantes a
lograr algunos de sus imprescindibles. ¿Te das cuenta de la extensión
en la que tu pensamiento ha sido influenciado por el de otro?
Antes
de que se deteriore nuestra inteligencia por completo, propongo huir de la
masa, vivir consciente de cómo quiero hacerlo, debatiendo otros puntos de vista
y generando pensamiento propio. Así sin querer, te animo a que lo compartas sin
accesorios.