Entramos en el último trimestre del año con la esperanza de recuperar lo
importante de cara a afrontar con éxito los resultados finales. Quizá ayude
dibujar un enfoque integral que al menos sirva de lanzadera para el largo enero.
Sin temor a exagerar, las partes indiscutibles que necesitarás desarrollar
son tres: Habilidades de gestión, habilidades emocionales y centrarte en la
experiencia del empleado en un entorno físico agradable. Gracias a esta
iniciación a la realidad estarás desplazando a la empresa hacia una cultura de
coaching, dónde se entenderán mejor los valores que abanderan la imagen de la
empresa.
Este particular enfoque, ayudará a mejorar los equipos de trabajo para
asumir retos, ayudará a las personas a trabajar mejor, sintiendo que les
pertenece aquello para lo que se esfuerzan y que, en consecuencia, sabrán
dirigirlo mejor.
Después de cada día, la rutina necesita ser revisada para nombrar en positivo
los roles de nuestro trabajo; auditando procesos, anulando comodines, hasta
hacerles disfrutar con lo que mejor saben hacer, y lo único que les aporta. Esta
propuesta de valor, elimina lo innecesario.
Lo contrario a esta cultura es la gestión con inmediatez, esquiva y nebulosa.
Las nuevas formas de trabajo, más ágiles y flexibles, se convierten en el motor que impulsa el verdadero
cambio. Será útil tener actualizada una web o blog, compartir contenido,
aportar valor a las redes, tener hábitos saludables, pensar en positivo; en
definitiva, todo lo que ayude al bienestar emocional y físico.
Talento = Conocimiento + valores + actitud; No dejes que nadie influya en tu
resultado. Estás aquí para sumar.