No hay nadie que pueda saber lo
que sucederá mañana, lo que sabemos es que ciertas tendencias indican que el
mundo cambiará notablemente. Sabemos que la población continuará creciendo, que
la tecnología cada vez más nos aproxima a vivir en un estilo ni siquiera
imaginable y que ciertos países como China, Rusia y otros, serán decisivos en
la economía mundial. Estas condiciones, harán que probablemente cambiemos de
trabajo e incluso de sector, no sabemos cómo será el futuro ni lo que nos
espera.
Ante esta situación, parece más
que necesario buscar nuestro talento natural, para salir fortalecidos y
afrontar de la mejor manera los cambios que tengamos que asumir.
Los griegos llamaban
tálanton al platillo de la balanza y, por extensión, también a las cantidades
de metales preciosos que ponían allí para ser pesados. En épocas posteriores,
tras una nueva evolución del término, se llamó talento a diferentes monedas que
circulaban en varias ciudades del mundo helénico.Fue como nombre de moneda que
talentum llegó más tarde a Roma, hasta que a cierta altura del desarrollo del Imperio, adquirió el significado de 'tesoro'.
La palabra aparece por primera vez en castellano en el Fuero de Avilés (1155),
ya con el sentido de 'inteligencia' o 'dotes intelectuales'. Corominas presenta
la hipótesis de que este cambio de sentido en nuestra lengua puede deberse a la
parábola evangélica del servidor que obtuvo lucro de los talentos (tesoro) que
le habían sido confiados en custodia, a diferencia de otro, que enterró el tesoro
que le había sido entregado sin extraer de él ningún provecho, lo que habría
dado origen al significado de talento como 'dotes naturales'.
Todos tenemos talento natural,
incluso puede que más de uno. Esta condición nos posiciona para aspirar a
obtener la productividad más alta y
sacar el máximo provecho de nosotros mismos.
Sabiendo que puedes iniciarte en
la búsqueda del tesoro, es decir tu talento, puede que hasta te lleves
sorpresas, consulta a personas de confianza, ellos sabrán decir lo que haces bien
y tendrán para ti valiosas pistas.
Si ya lo conoces pero no estás
animado, es hora de intentarlo. ¡Adelante! El mayor fracaso habrá sido no
intentarlo.
No ceses en tu búsqueda y piensa,
¿De qué modo eres inteligente?