4 de julio de 2014

NI ERES FELIZ NI LO SERÁS



Al menos de plena capacidad.

Por medio de su IV encuesta sobre la Felicidad en el trabajo, Adecco ha entrevistado a 2.000 personas entre trabajadores y personas en búsqueda de empleo. Los resultados publicados en su revista ‘’Compromiso’’ ofrecen datos sobre los profesionales  más felices. Entre ellos y según el ranking, se encuentran:
En primer lugar Educadores ( 94.32%), seguidos por los Cuerpos y fuerzas del orden ( 92.59%) y Humanidades (87.18%)
En los últimos puestos están los Funcionarios (78,57%) profesionales de Administración, finanzas y economía (75.93%) y Oficios  65.08
Según el mismo estudio, los factores más importantes para ser feliz en el trabajo según los encuestados son:
Disfrutar con el trabajo que se realiza (39.3%) y tener buenos compañeros y buen ambiente de trabajo (17,6%). El estudio también deja en el último puesto a los gallegos, siendo los menos felices en el trabajo.

La felicidad es un concepto que ‘’vende’’ tanto en prensa escrita como en campañas publicitarias dirigidas a captar consumidores. La palabra mágica que por su significado emocional, aporta un plus a cualquier producto o servicio.

¡Bienvenido al lenguaje de la motivación! Emociones que van y vienen según el contexto y los estados individuales.

Y es que mi forma de pensar sobre este concepto ha cambiado y mucho a lo largo de los años.

Tal ben Sahar (www.talbensahar.com) con su libro ‘’La ciencia de la Felicidad’’, Richard Layard‘’Happiness’’, Sonja Liubomirsky (www.sonjaliubomirsky.com) ‘’La ciencia de la Felicidad’’, Luis Rojas Marcos (www.luisrojasmarcos.com)‘’Los secretos de la Felicidad’’, Eduard Punset (www.eduardpunset.es), ‘’El viaje a la Felicidad’’ o Santiago Vazquez ‘’La felicidad en el trabajo y en la vida’’, son algunos de los autores que investigan y divulgan la felicidad como ciencia. 

Sus teorías ponen en valor el concepto, a tener en cuenta en numerosos sectores, entre ellos, el educativo que olvida enseñar a ser feliz y creer en uno mismo o el sanitario, comprobando que las personas felices disfrutan de mejor salud. Desde hace un tiempo, se ha incorporado  el concepto asociado al trabajo, para incorporar a políticas internas,  iniciativas que incrementan la productividad al tiempo que proporcionan bienestar a su plantilla. Un ejemplo de ello son los ‘’Coaches de la felicidad’’, inspiración natural para el día a día.
 De las metodologías empleadas y adaptadas al estilo de cada autor, hoy sabemos que la felicidad se puede medir, que podemos alterar nuestros niveles de felicidad y que podemos pensar en una nueva economía que incorpore conclusiones de la psicología positiva. 

Los individuos se sienten felices de formar parte de sociedades que intenten hacer feliz a sus ciudadanos, del mismo modo, sentirte orgulloso de dónde trabajas es el motivador más potente. En otras palabras, a pesar de las mejoras en la calidad de vida, las personas no somos más felices que en los años 50.
Según las estadísticas, la seguridad,  es el  indicador que más felicidad proporciona a los ciudadanos. Creo que en términos de economía política, son las instituciones públicas las que deben procurar esa seguridad, traducida en medidas que aumenten el bienestar a la sociedad.

Aunque la genética juega un papel fundamental en la felicidad, existen otras variables que la dimensionan: Los valores personales, las relaciones familiares, el trabajo, la salud, la amistad, el ocio y la espiritualidad.

Desde mi punto de vista, no existe la Felicidad como concepto único ya que de la diferenciación salen diversas acepciones y en mi experiencia, no encuentro fácilmente a personas que definan el concepto con las mismas palabras. Cada persona convive con un nivel básico de felicidad y desde aquí construye su estilo de vida. Me identifico más con plenitud, aquéllos que consiguen vivir en equilibrio y gestionar sus emociones, es el concepto que más se acerca a la felicidad.

Convivir con la palabra útil (Félix Castillo- Gracias por compartir el concepto) ayuda a ser feliz. Eliminar el ansia de ‘’lo bueno’’ definido como ‘’lo mejor’’, o intentar nombrar ‘’el primero’’ para ser el más importante, nos acerca a conocer nuestras emociones y programar el GPS interior.
Al final no existe motivador más fuerte que el amor (Richard Layard) por tanto si aumentamos el amor en el mundo, aumentamos la felicidad.

En resumen, más allá de la tinta, menos definición y más sentimiento.

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