19 de junio de 2015

LA SUERTE Y EL TALENTO

Acaba de terminar el FET15 del que con toda seguridad viviré unos cuantos meses.

Es como llegar a un lugar en el que a todos nos interesa lo mismo. Un maratón de conferencias con anotaciones de las que tiraré para comprender lo expuesto que ha ido evolucionando desde la felicidad, plenitud, mindfulness, gestión de equipos y fisiología hasta terminar por hacer el talento líquido.

Y entonces, ahora me inspira el talento. Tendría que hacer memoria para recordar las veces que se nombra sin olvidar el ansia de la empresa por dedicar tiempo y recursos a este gran concepto. Talent Adquisition-nuevos sistemas de reclutamiento, aprendizaje corporativo, programas de desarrollo etc.

Cada autor lo define a su manera, yo me quedo con el matiz de J.A. Marina que le suma dos palabras INTELIGENCIA REALIZADA. Y es que el talento empieza en la infancia, y no es único, continúa en la adolescencia y en etapa adulta. Tampoco es eterno.

En cada programa que he diseñado o evaluado, pierde importancia la selección y descripción del grupo. La estadística siempre se apoya, en lo que incorpora o discrimina cada participante en las sesiones, destacando aquéllos que tienen el hábito de crear.

Si bien es cierto, no todos somos conscientes de lo que nos gusta porque nunca lo hemos pensado y allí dónde se pierden nuestras fortalezas, dedicamos horas a la rutina que sólo anima a pensar “perdiendo también se gana”.

Esto último no se lo cree nadie.

La fórmula de desarrollo de talento parte del deseo, del gusto por algún tema concreto y la voluntad de mejorar. Un objetivo y una finalidad que se adapten a nuestros valores. Desde aquí se genera talento en todas las personas.

¿La pelota en tu tejado? En algunos casos sí, en otros no es suficiente. Entra en contexto la suerte. Suerte de encontrar un referente, un mentor, un superior, un compañero- pon tú el nombre-que sepa observar y distinguir el talento. Esa persona que nos pone en un camino que cuida para que genere aprendizaje. Suerte de encontrar a alguien que nos valora y que no olvidaremos jamás. Esta es la suerte del talento.

Los que trabajamos en gestión de personas les llamamos leader coach. Un leader que busca cumplir objetivos sin poner foco en lo individual. Inspira y deja trabajar con autonomía. Sin estrategias, exigiendo lo nuevo, movilizando. Mantener este equilibrio es realmente difícil.

Donde sea, las mejores personas llegan sin buscarlas.

1 de junio de 2015

Una conferencia y mucho más

Si sus libros son inspiradores, en directo enseña a utilizar la inteligencia de forma práctica y fácil de entender. José Antonio Marina visita Coruña con un repertorio marcado por titulares creativos y con esperanza hasta para la más difícil personalidad.

Llevo años buscando que los adultos jueguen mejor con lo que tienen y ahora comprendo que es una tarea realmente alegre. Sigo desde hace tiempo a José Antonio Marina, y gracias a la Fundación Barrié, he podido escucharle en una magnífica conferencia resumen de su teoría de inteligencia ejecutiva con un guiño a la educación adolescente.

A través del talento introduce la educación, ‘’Generadora de talento’’ para enseñar a trabajar mejor con lo que cada uno tiene y como canal para incrementar la seguridad en uno mismo.
Para que un adolescente pueda organizarse bien con sus recursos, hay que responsabilizarle cuanto antes de sus obligaciones dándole un  motivo que determine su comportamiento.
La inteligencia ejecutiva dirige la conducta a través del lenguaje interior, ese que hay que reeducar para que nos de órdenes. Supone todas aquellas operaciones mentales que permiten elegir objetivos, elaborar proyectos y organizar la acción para realizarlos.

Actualmente se sabe que desde los 14 a los 18 años hay una segunda edad en la que el cerebro se vuelve a rediseñar. Se debe aprovechar esta etapa con: Cariño, exigencia y comunicación.
Es sumamente importante dedicar tiempo a esta etapa para que como adulto uno sepa lo que quiere realmente ser en su vida, conocerse a sí mismo y ser capaz de poder transmitir su talento, y tener la suerte de que crean en ti.

Naturalmente, una persona puesta en aprendizaje continuo puede aprender una serie de habilidades ejecutivas dirigidas a obtener resultados concretos. El esfuerzo- buen ingrediente recomendado por Marina- es responsable de empezar la acción y también de mantenerla en el tiempo.


Para empezar, no necesitas tanto, todo empieza por creer en ti. 

Tip-Marina, José Antonio, La educación del talento, Ariel, 2010.