20 de noviembre de 2015

Desde lo neutro hasta París

Y de repente, aparece alguien que hace temblar el mundo. Pienso en París y en todos los conflictos mundiales. Y sí quiero pensar que son pocos los que los provocan, la mayoría-solidaria y pacífica-lucha por una vida mejor.

Con este mensaje reaccionaba al terrible atentado contra Francia. Hoy no quiero dedicar una palabra más al horror. Suponiendo que nacemos neutros; ni buenos ni malos, reflexiono sobre el impacto y la influencia, o lo que busca que una persona acepte una idea, un proyecto o una decisión por medio del convencimiento.


Vivimos expuestos a continuos estímulos que nos provocan reacciones emocionales, materiales, éticas, toda la información recibida nace con la idea de generar opinión y cambio en las personas.
La persuasión consiste en utilizar la comunicación para cambiar, formar o reforzar actitudes y se encuentra de frente con la personalidad, entendida en este caso, como aquélla que se resiste al cambio o sobre la que se influye relativamente fácil.

Las estrategias de persuasión son muchas y se distinguen entre autoridad, comparación, atractivo, compromiso, reciprocidad, escasez etc. Sin empatía no hay persuasión, las personas capaces de generar sensaciones nuevas e impulsos destacan por ser buenos comunicadores.

Las redes sociales hacen posible una comunicación fluida. Con pocas palabras y mucha imagen, miles de personas-celebrities, líderes de opinión, amigos- prescriben contenido que valorará un ejército de seguidores. Este nicho abre  un nuevo canal de exposición divulgativa que  pretende aumentar las ventas, expresar ideas, proyectos etc. Los anunciantes se cuelan en el contenido de los protagonistas en una relación en la que, en principio, todos ganan.

Hasta este punto, dejando a un lado el debate que cada uno genere, presento un contenido en positivo amenazado por una palabra que se encuentra en el otro extremo y que se activa cuando lo que se busca es manipular.

En el día a día, debemos evitar toda intención de superioridad que suponga limitar la libertad de elección. A través del comportamiento, mantenemos actitudes que se desarrollan desde la infancia y que con una buena educación, generan pensamiento crítico, entendido como la capacidad de interpretar una idea y generar una opinión personal e independiente.


Franqueza, honestidad, coherencia,  y respeto a los demás, son valores que defienden la libertad en buena convivencia y que el mundo interpreta a través de narrativa transmedia, microcuentos, publicidad, marketing, frases motivadoras, poesía y toda acción editada por un autor sensible que persiga impactar en positivo.

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