19 de julio de 2017

El desafío de volver

Miles de estudiantes confían en su débil criterio a la hora de buscar el primer contrato laboral; Mientras los profesionales esperan incorporarse de nuevo a la oficina esperando que les sorprenda algo que indique el final de la crisis. En ambos casos, falla la metodología.

Lejos de intentar forzar un empleo en una posición para la que se creen haber formado, los estudiantes deberían inclinarse por aquello que les ayude a encontrar un buen trabajo.

En las posiciones más demandadas por las empresas importan menos los conocimientos y la experiencia que las habilidades personales del candidato. Se necesitan personas flexibles y con ganas de aprender. En este punto coinciden ambas experiencias. Quién sea capaz de demostrar mejor sus habilidades en un mercado en constante transformación, lo tendrá más fácil, la pericia se aprende y se adapta con el tiempo.

Aparece en escena ser capaz de adaptarse a los cambios y tolerar la frustración generada por falsas expectativas. Tanto a estudiantes como a profesionales, la actitud es la que les abre puertas.

Absolutamente todas las profesiones tienen una parte que no despierta tanta pasión. Hasta detrás del trabajo más trascendental hay muchas horas de gestión con agendas complicadas. Otro aspecto a tener en cuenta, son las diferentes etapas en las que coinciden los roles, bien sea en una promoción, cambios en procesos o dificultades, hasta en estas condiciones necesitamos habilidades para comprender el entorno. No todo ocurre en el mejor momento.

En la actualidad, todos los sectores necesitan cambiar continuamente para adaptarse a las necesidades del mercado y ciertamente las empresas no lo hacen solas. Son sus profesionales los que consiguen agarrarse a lo que flota.

Así mismo, tanto educación como empresa necesitan cambiar su metodología. Se podría empezar por refrescar la Universidad, adaptarla a las necesidades actuales, menos burocracia y más gestión del talento con un enfoque práctico. Incluir aspectos relacionados con el conocimiento de uno mismo y mejorar habilidades en las que los programas formativos tienen carencias. La sociología de las organizaciones debería gestionar un entorno amable y mantener la competitividad alejada de líderes agresivos que presionan al empleado. Ofrecer un entorno controlado por feedback de desarrollo constante que anima a la mejora continua y favorece la productividad. Hay demasiada gente que no quiere volver al trabajo.

Talentos emergentes y consagrados, no os voy a dejar una frase motivacional para la vuelta de vacaciones. La psicología de la motivación es mucho más que un contenido genérico a la espera de una dosis de euforia, comparto 3 puntos para controlar los números de diciembre:

3-Evita caer en la rutina inmediatamente.
2-Prioriza actitud y aptitud
1-Revisa los objetivos y define unos propios.


¡Felices vacaciones!

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