1 de abril de 2014

Redefinir el compromiso




A partir de ahora, será difícil implicar a los buenos empleados. Las personas se han acostumbrado a  subsistir y a trabajar duro en un entorno dominado por el miedo. 

 

Sólo el 65% de las personas están comprometidas a permanecer en su puesto en los próximos 12 meses. Además, sólo cuatro de cada diez (39%) están muy comprometidos. Más de un tercio de personas (36%) se siente neutral o incluso no comprometido.

La economía se recupera pero los trabajadores han sufrido ajustes en sus condiciones económicas. La situación vivida les ha llevado a un proceso de desmotivación absoluto en el que intimidados por las circunstancias y amenazados por ‘lo tomas o lo dejas’, han encuadernado sus proyectos presentando los mejores resultados posibles.

De toda situación se puede resumir alguna conclusión positiva. Nace una nueva época en la que se implanta el emprendimiento, prolifera la figura de freelance (trabajadores independientes) y se ofrecen servicios online vía web o cualquier formato válido en la blogosfera. Convertidos en dueños de sus carreras y ofreciendo sus servicios con más creatividad que nunca, los buenos empleados salen de las empresas en busca de la mejor figura jurídica que a bajo coste, le permita ejercer su profesión.

Aún estás a tiempo de identificar y retener a los buenos empleados para  evitar la fuga de talento. No faltarán personas. Faltarán trabajadores con pasión, energía y habilidades, dispuestas a afrontar en equipo, esta etapa de transición.

Las previsiones de las principales consultorías, (Deloitte, Mckinsey, Adecco y otras) advierten sobre el futuro del empleo y el cambio en su gestión. Empieza una nueva época para levantar cabeza y decidir. La adquisición del talento se convertirá en la batalla por conseguir a los mejores profesionales. A los que nos tocó reclutar en tiempos alegres, recordamos la dificultad para incorporar perfiles con foco muy determinado. En la actualidad, tendrás que prepararte para incorporar lo que necesites y establecer como bandera, tu marca de empleador global que pueda llegar a las nuevas generaciones.

Empieza por un proceso de orden interno. Habla con tu gente con un feedback honesto y regular, te ayudará a obtener información y mejorar el ambiente laboral.

Planifica programas de apoyo y actualización a los mandos. Las actividades de valor para los empleados, no sólo reciclan competencias, también fomentan un entorno de colaboración y mejoran la comunicación entre compañeros.

Si hasta ahora, no has podido ofrecer salario ni otros beneficios, es hora de que implantes un programa de flexibilidad (semana comprimida, aumento de días libres). Su gestión mejora el absentismo y conseguirás mejor resultado que con los planes de motivación.

Más allá de las estadísticas y la incertidumbre, las  principales empresas del mundo están asumiendo nuevos retos. Dibuja los tuyos, aunque tengas buenas ideas, la mejor llegará pronto.