21 de abril de 2020

PLAN B

Estas jornadas de confinamiento han de servir para algo más que evitar infecciones. En tu cuarto interior se encierran otros sentidos que servirán de puente para construir el cambio. Impulsa tu creatividad y adelante.

Retomo el blog, impulsada en parte, por algunos mensajes vía LinkedIn de estudiantes a punto de terminar sus proyectos firmados con la emoción ambigua del momento vivido. Su incertidumbre para abordar el cambio, me plantea el mensaje para este post.

Independientemente de la edad o situación laboral, el cambio se dará en todos los que pretendan conservar o retomar su empleo a la vuelta del ERTE.

La crisis sanitaria está despejando dudas sobre temas que teníamos pendientes de valorar, o en su caso implantar, y que responden a:

El acto comunicativo, entendido como dinámico y circular; nos sigue costando bastante a pesar de la cantidad de artículos y formación que sobre este tema hay en el mercado.
Hemos comprobado la ausencia de objetivos en cada información diaria. No hemos estado atentos a resonancias que nos llegaban de los expertos, y como consecuencia, no hemos podido trasladar a nuestro entorno lo que pedía.

Seguimos cada día con nuestras obligaciones. Los empresarios han comprobado que el trabajador responde y es productivo. En este sentido el teletrabajo se instalará en nuestra jornada.

El avance tecnológico pide paso en nuestras futuras inversiones a la hora de rentabilizar cada unidad de negocio.

Unido a lo anterior, tendremos que aprender a agruparnos de forma más saludable adaptando nuestras medidas de seguridad e higiene a la nueva simbología de nuestro lenguaje no verbal, incluida la distancia de seguridad.

Teniendo en cuenta el desabastecimiento temporal que ha provocado esta crisis, se tenderá al consumo más próximo, al proveedor km0 que ofrezca un buen servicio y un producto diferenciado. Es hora de reinventarse. Frente a cualquier crisis no queda otra que actualizarnos si queremos seguir creciendo.

Aquí el punto de encuentro.

Estudiantes, trabajadores iniciando sus carreras, aquellos en busca de ascenso, o los que verán limitadas sus opciones por un desempleo a una edad complicada, tenemos por delante semanas para pensar si queremos abordar algún cambio en la manera de vivir y trabajar. Toca descubrir todos los sentidos que se acumulan en nuestro cuarto interior y ponerlo al servicio de nuestro plan B. ¿Todavía no lo has pensado? Es el momento.

Si miramos atrás veremos cuántas veces hemos hecho esto. ¿Piensas hoy en día lo mismo que años atrás? 

Por poco que investiguemos lo que el mercado ofrece, comprobaremos que nunca como hasta ahora ha habido tanta oferta para generar cambio. Coaching, PNL, consultoría técnica, ponen a nuestro alcance formas de abordar el cambio.
Responde a estas cuestiones sobre ti mismo/a, en situaciones definidas; con otra mirada, pueden armar nuestros primeros apuntes:

¿En qué situaciones haces esfuerzos adicionales? ¿Por qué te compensan?
¿Cómo aumentaste ingresos /objetivos en los proyectos para los que trabajaste?
¿Cómo impulsaste un cambio en positivo?
En las situaciones complicadas, has tenido que enfrentar problemas inesperados, mala comunicación, relaciones difíciles etc. ¿Cuál era tu rol y cómo lograste solucionarlo?
¿Cómo describes el aprendizaje de tus errores?
¿Todo lo anterior es verdad?
¿Quién serías sin esos pensamientos?
Lo que has decidido plantear ¿Mejorará o empeorará tu vida?

La verdad después de todo está en tener la capacidad de afrontar las cosas de un modo nuevo sin que nada anterior estorbe y haga de barrera entre uno mismo y lo que es.
(J. Krishnamurti)

Esperemos que la propia vida vaya haciendo camino.


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