Silencio, relax, aceptación. Mindfulness vuelve a la actualidad sin más
intención que ganar la batalla al estrés. Esta práctica antigua propone ser uno
mismo al más puro estilo minimalista. Para avanzar, sólo hace falta sentarse.
Mindfulness es una palabra
inglesa de difícil traducción al español, que hace referencia a conciencia y
atención.
En nuestro idioma lo traducimos por atención plena para referirnos a la capacidad de
prestar atención de manera consciente y disfrutar, sin juzgar, del momento presente.
En otras palabras, consiste en la
posibilidad de ser conscientes de los contenidos de la mente en cada momento,
aceptando lo que viene con interés.
El proceso mental funciona como
filtro de los estímulos y decide cuáles son más relevantes, dándoles prioridad
por medio de la concentración. En una de sus fases, se mantiene la atención hasta
dar paso a otra actividad o estímulo. Si este proceso de cambio no se activa,
repetiremos patrones hasta agotarnos.
Vivimos dedicados a las gestiones
mientras nuestro interior debate historias cotidianas sin que le prestemos la atención debida. Nuestra mente está en
constante diálogo. Los pensamientos se suceden continuamente sin
barreras.
Todo esto supone que cuando nos
encontramos en calma, cuando comprendemos que vale la pena vivir la experiencia,
sin ponerle demasiado pensamiento, olvidando adjetivos y evitando comparaciones, nos
sentimos bien.
Nos sentimos bien, lo ponemos en
común y al explicarlo, observamos que NO TODO ES CONTROL, puesto que al
practicar, lo evitamos.
Fluir está de moda.
Ocuparnos de lo que ya no puede ser o preocuparnos en exceso por el futuro, impide vivir el presente con
intensidad, disfrutando lo que estás haciendo, evitando pensar en lo próximo.
No hay mayor enemigo que uno
mismo. Cuando afirmo esto, lo digo convencida de que no hay peor intención que
la que juzga tu propia mente inquieta, estimulada por exceso de información y
exigida al ritmo de un mundo global cambiante. El mundo cambia en la misma proporción que lo haces tú.
La vida es una aventura y como tal, hoy te propongo una respiración profunda. Ventila al menos ese saboteador interno que vive contigo y te acompaña a todas partes, sobre todo para concederte una pausa saludable.
La vida es una aventura y como tal, hoy te propongo una respiración profunda. Ventila al menos ese saboteador interno que vive contigo y te acompaña a todas partes, sobre todo para concederte una pausa saludable.
En conclusión, Inhala, exhala y
haz que cada día cuente.