El sábado tocaba reunión con los padres de los participantes en las jornadas ‘Colorea
tu talento’. Una justificación para quién nos confió a sus hijos sin reservas,
sin entrada permitida y sin demasiada explicación.
La suerte que tienen estos chicos, es contar
con unos padres ocupados en su desarrollo e implicados con sus necesidades,
aunque nos las entiendan demasiado. No es fácil entender cuando dirige el
sentimiento y domina el interés o la memoria de experiencias vividas.
Para los padres, es importante la motivación,
también para la sociedad en general siendo un término que está de moda. El
mundo business está muy pendiente de lo que motiva a los usuarios, a los
potenciales compradores, a los empleados. En el entorno académico preocupa
motivar a los estudiantes.

La motivación, impulsa la acción para hacer
algo, la anima a mantenerse y tiene relación normalmente con aquello que nos
gusta. De los autores que tengo de referencia, quizá quién mejor lo explica es
Jose A. Marina.
No creo demasiado en la motivación, sí creo
mucho en la automotivación, en los diálogos internos que mantenemos con
nosotros mismos, la motivación externa, es puntual y le gana el cansancio de
perseguir factores motivadores.
Me gusta hablar de deseo. Las personas crecemos
en intensidad y unidades de esfuerzo cuando deseamos algo. Ese deseo eleva
energía y despierta nuestro lado proactivo. Todo con tal de conseguir el
objetivo, de buscar el sentido a las cosas. Del deseo no te libras ni cerrando
los ojos.
En ausencia de factores motivadores, entran en
juego los ‘’deberes’’, accionan igual para hacer lo que no apetece y son un
medio más para conseguir un fin. Con las dinámicas, conseguimos que las
personas exploren su voluntad, y se libren de lo impuesto, de las respuestas automáticas,
de las excusas.
Para explicar a los padres la importancia de
este nuevo enfoque les dirijo a conocer lo que desean sus hijos y a focalizar
su esfuerzo en dar apoyo emocional para comprobar
como mejoran en autoestima personal. Cuanta más seguridad tengan en ellos
mismos, menos les impactarán sus limitaciones, propias y del entorno.
Me llevo la satisfacción de hablar con padres
que quieren revivir las dinámicas con sus hijos y quién sabe si ellos, también
verán la luz.