Los puestos de trabajo que no requieran
creatividad desaparecerán. La clave de la transformación no pasa sólo por la
revolución tecnológica. Revisemos lo que hacemos para medir el nivel de
innovación,… y de quietud.
Uno llega exhausto a estas alturas del año, agobiados por rematar el trabajo de la mejor manera posible y sin tiempo para los recados de última hora que exigen las fiestas. Diciembre es por excelencia, el mes de la reflexión, el llanto y la risa. Un festival de emociones que no encuentran el cuerpo en su mejor momento.
Para eliminar ansiedad, os propongo una manera tranquila
de mirar al futuro. En lugar de acumular propósitos, podemos cambiar el
paradigma pensando cuál es la realidad y hacia dónde queremos ir. Este análisis nos devolverá dónde hemos
tenido los mejores resultados y evaluar la manera de innovar dónde somos
buenos.
Analizar nuestro valor, el que aportamos al equipo o a
nuestra técnica, nos obligará a reaccionar a tiempo antes que nos obliguen a determinadas
cosas sin estar preparados, o que nos devuelva una mala posición en la evaluación
final.
Con o sin valoración, nadie como nosotros mismos para ver
la realidad y catalizar la transformación hacia lo que queremos hacer. No hay
nadie más interesado.
Ejercitar la creatividad estimula también a los que
parece que no consumen la dosis adecuada. Todos tenemos el talento necesario
para darle la vuelta a la más técnica o farragosa tarea; para dar valor al BackOffice,
a la administración, a la logística. Financieros, matemáticos, ingenieros
cualquier perfil puede dar rentabilidad a su posición.
Al análisis de la entrada anterior, incorporamos ahora
dónde encajaría ese plus creativo. Quizá implementando nuevas herramientas,
técnicas, y tecnologías para apoyar el trabajo, o simplificar su organización; desarrollar nuevos programas, establecer
nuevos reportes y métricas, pueden ser variables que nos inspiren para
enfocarnos.
Bajo el lema slow
life, termino una de las últimas entradas del año.
Hemos compartido muchos temas, competenciales y de valores apoyados en las últimas tendencias que nos ofrece la actualidad. El repaso a nuestro interior nos llevó a la quietud que hoy recupero para ofrecer este concepto, de inicio denominado Slow food y respaldado por la filosofía de la lentitud que aboga por una mejora en la calidad de vida y un mayor control del tiempo.
En síntesis, una desaceleración de nuestro estilo de vida y un mayor disfrute de la misma. ¡Vamos a intentarlo!
Hemos compartido muchos temas, competenciales y de valores apoyados en las últimas tendencias que nos ofrece la actualidad. El repaso a nuestro interior nos llevó a la quietud que hoy recupero para ofrecer este concepto, de inicio denominado Slow food y respaldado por la filosofía de la lentitud que aboga por una mejora en la calidad de vida y un mayor control del tiempo.
En síntesis, una desaceleración de nuestro estilo de vida y un mayor disfrute de la misma. ¡Vamos a intentarlo!